Inteligencia Territorial: de todos y para todos (Parte I)
La Inteligencia Territorial está más presente en la vida de los municipios de lo que normalmente se piensa. Es un concepto que se esconde en acciones aisladas de los territorios sin que, muchas veces, sean conscientes. Y lo cierto es que en muchas ocasiones, el experto de la Inteligencia Competitiva y Vigilancia Estratégica se enfrenta a la complicada situación de hacer entender que esta disciplina ayuda a mejorar tanto a personas, empresas, comunidades o territorios… hacia la muy mencionada «competitividad».
Pero ¿qué es competitividad para un municipio? Comúnmente asociamos este término al ámbito empresarial, de mercados o incluso a un perfil profesional ideal. Sin embargo, la competitividad es un concepto que va más allá, dirigiéndose a la idea de diferenciación y ventajas en un amplio sentido.
Esta idea, trasladada a un marco regional, debe interpretarse en mejorar la calidad del territorio para que sea un territorio vivo. Todo miembro de una región desea que ésta misma progrese, mejore sus servicios, sea habitable, sostenible y atractiva. Y es aquí donde entra en juego la Inteligencia Territorial.
La Inteligencia Territorial acompaña a un municipio, región, provincia… para:
- Realizar una reflexión profunda sobre su situación actual
- Facilita la información y conocimiento necesaria en cualquier cambio para motivar una actitud proactiva ante las decisiones necesarias que mejoren la calidad
- Aporta una hoja de ruta o plan que le facilite la ejecución de las acciones y su seguimiento.
¿Acaso crees que esto nada tiene que ver con el día a día de un municipio? En esta entrada os presentamos el antecedente de un ejemplo que, aunque ficticio, muchos municipios pueden verse reflejados…
ANTECEDENTES
Marcos, el señor Alcalde de Inno está desbordado y alicaido… hoy acude al entierro de Gonzalo, un agricultor de 63 años… el tercero en lo que llevamos de mes. Revisa los datos de habitantes. En el último año el pueblo no ha tenido ningún nuevo empadronamiento y el pueblo desciende de rango poblacional, por lo que el año que viene la Administración le asignará un presupuesto inferior al presente…
Para colmo, las actividades agrícolas se están abandonando porque no hay nuevas generaciones de relevo y los campos se están dejando de cultivar… Al tener menos ingresos y población el pueblo parece desolador así como los caminos y bellos bosques que rodean al pueblo y que en su tiempo eran la envidia del resto de la comarca.
El remate del día lo pone Juanjo, quien se dirige al alcalde camino al cementerio quejándose de que ya no viene gente a pasar el día a la zona, que su restaurante ya no da ni comidas ni alojamientos y que a este paso va a tener que cerrar el negocio… ¡Horror! _ piensa el alcalde no sólo por la pérdida económica sino también porque el local de Marcos es el único lugar donde poder tomar algo en el pueblo y donde los mayores juegan sus partidas de cartas _ encima nos quedamos sin el único local de ocio del pueblo.
Está claro que las cuentas no llegan y que la gente se quedará todavía descontenta, los pocos jóvenes que quedan en la localidad se irán a los pueblos y ciudades próximas, tarde o temprano…
Nuestro señor alcalde decide que hasta aquí hemos llegado y que es hora de cambiar las cosas.
¿Queréis saber cómo acaba esta historia? Proximamente os daremos las claves de cómo la Inteligencia Territorial ayudó a este pequeño municipio y a Marcos.
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